1993, el comienzo
El 13 de agosto de 1993, en medio de un verano de sequía, crisis y altos intereses bancarios, Paquita, la madre de los Laredo, encendía los fuegos de la cocina, David y Miguel tiraban las primeras cervezas de grifo y servían las primeras raciones, en un local diminuto con varios veladores, mucho miedo y más ilusión.
Desde siempre su apuesta fue el producto de calidad. Y para ello sabían cual era el camino. Estar en Mercamadrid a las 5 de la mañana y seleccionar lo mejor. Su gamba roja y su gamba blanca pronto fue apreciada en todo Madrid y también la calidad de una bodega que crecía con criterio.
En 2003, Mitulo de los hermanos Laredo reivindicaba su sitio entre los mejores. Aunque barra, sala, cocina y almacén cupieran en 60 metros cuadrados. Resultaba urgente encontrar otro local.
2004 , el gran salto
Subió el telón en febrero de 2004 y con una incorporación fundamental, Javier. El tercer hermano, se hizo responsable de una amplia barra, que en poco tiempo se convertiría en el reclamo de nuevos y exigentes clientes.
David impulsó la creación de nuevos platos. Sorteó con éxito el ritmo trepidante de comandas que salían y entraban de la pequeña cocina, y algo primordial que se habían marcado desde el inicio, mantenían el alto nivel de calidad que reclamaban sus clientes.
La sospecha inicial de que el local no era definitivo, se confirmó. Miguel, David y Javier transmitieron sus inquietudes a dos excelentes arquitectos y amigos, Joaquín Torres y Rafael Llamazares, que les ayudaron a hacer realidad el nuevo Laredo imaginado.
2012
El paso de la Taberna Laredo al Laredo actual de Doctor Castelo, no fue un simple tránsito. Abrió, el 6 de junio de 2012. Los primeros días fueron durísimos. “¡¡¡Y ya teníamos experiencia!!!”, dice Miguel.
En la sala, pronto se comenzó a atender a más de cien comensales diarios. Se potenció la cocina con más personal, más inversiones y constantes renovaciones en la carta. Nuevas ensaladas, mariscos, arroces, guisos, carnes, pescados, verduras…
A pesar de todo, Laredo sigue fiel a su origen. Compromiso absoluto con la calidad del producto. Innovación con la oferta de temporada. Trato cercano al cliente. Y cuidar los pequeños detalles.
Hoy su barra es un referente indiscutible de la ciudad. Donde se puede disfrutar de cualquier plato o vino de la carta. Con una cocina cuyo trato exquisito al producto es elogiado por todos. Y con una bodega climatizada, que cada día ofrece innovadoras propuestas de los mejores productores nacionales e internacionales.
“Estos 25 años nos han dado energía e ilusión para no quedarnos quietos. Ahora cada día que levantamos el telón de Laredo, siento que tenemos las mismas ilusiones que cuando abrimos Mitulo”, señala Miguel. Con estos ánimos seguro que los hermanos Laredo, nos seguirán dando alegrías.